La profesión apuesta por reinventarse y espera mantener las ventas en lo que queda de estío, a la espera de que lleguen las colecciones y promociones.
El diario IDEAL habla con Ángel y Emilio, dos quiosqueros granadinos con más de 20 años de experiencia en el sector. Sus locales, ubicados en las plazas de Mariana Pineda y la Caleta, abren sus puertas de lunes a domingo, también en los meses de verano, para ofrecerles cada día la información en papel a sus clientes. Ambos apuestan por reinventar sus negocios ante el auge de la prensa digital mediante la venta de otros artículos como libros, postales, juguetes o aparatos electrónicos.
Además, esperan mantener el número de ventas en lo que queda de verano, que generalmente bajan como consecuencia del éxodo vacacional de los granadinos hacia la costa. Confían en incrementar las ventas en septiembre con el inicio del curso escolar y la vuelta al trabajo, además del por el inicio de la temporada de las colecciones y promociones de los periódicos.
Ángel Quiosquero en la plaza de la Caleta
«Soy la cuarta generación y mi hijo podría ser la quinta»
Cada día, a las seis y media de la mañana, Ángel Fernández abre su quiosco ubicado en la Plaza de la Caleta, número 50, en el mismo lugar donde su bisabuelo Antonio Ramón comenzó a trabajar como vendedor de prensa en 1956. Además, el establecimiento se encuentra justo en frente del puesto de su padre Ángel. La suya es, sin duda, una familia con tradición quiosquera.
Cuando tan solo tenía 10 años, Ángel comenzó a acudir domingos y veranos al quiosco de su padre para ayudarle. Ángel es la cuarta generación de quiosqueros de la familia, por detrás de su bisabuelo, abuelo y padre. «Tengo clientes que nos han conocido a las cuatro generaciones», asevera. Su hijo, de apenas cuatro años, acude algunas veces al negocio: si decide seguir la tradición, será la quinta generación, algo que a Ángel le gustaría.
La relación de la familia con IDEAL ha sido muy estrecha. «Mi bisabuelo comenzó a trabajar justo en este sitio con un carrillo en el que vendía IDEAL y el Patria», señala. Posteriormente, fueron sus abuelos paternos, Antonio y Ana, los que trasladaron el quiosco hasta la Avenida de la Constitución, número 41. «Mi bisabuela no sabía ni leer ni escribir. Conocía todas las cabeceras de los periódicos por el color», relata.
Ángel comenzó su andadura profesional con 18 años, momento el que su padre cogió el mando del quiosco de sus abuelos y él se hizo cargo de su local actual. «Recuerdo que el día de los atentados de las Torres Gemelas vendimos 600 ejemplares de IDEAL y faltaron», manifiesta, y subraya que normalmente solían vender entre 150 y 170 unidades a diario.
Profesión con futuro
«Hay mucha gente joven a la que le gusta leer el periódico de papel», apunta. El vendedor hace hincapié en que, en comparación con su padre, la edad media de sus clientes es mucho inferior. La mayoría de su clientela son personas con negocios en la zona de entre 30 y 40 años. «La gente tiene la costumbre comprar a diario el periódico para que sus clientes lo lean mientras esperan en la oficina», acentúa.
Ángel confiesa que lo mejor y lo peor de su trabajo es el trato con la gente, puesto que ha vivido episodios desagradables en los que le han intentado robar. Sin embargo, el quiosquero reconoce que, incluso en vacaciones, hay días que suele venir al local para desayunar y visitar a la gente del barrio. «Además de clientes, tengo amigos y nos vamos de vacaciones juntos», concluye.
Emilio Quiosquero en la plaza Mariana Pineda
«El periódico de papel nunca va a desaparecer»
Se llama Emilio de las Heras, tiene 40 años y es quiosquero en la plaza Mariana Pineda de Granada desde hace 13 años. Diariamente, a las siete y media de la mañana, abre las puertas de la información en papel a sus clientes, una profesión que llegó de casualidad tras pasar por una situación compleja familiar hace 22 años.
De lunes a domingo, el día a día de Emilio es similar también en los meses de verano: los repartidores dejan los periódicos en el buzón, posteriormente los coloca y hace las devoluciones del día anterior. «Estamos en verano y ahora las ventas bajan mucho», asevera el vendedor, quien enfatiza que en septiembre con las colecciones y promociones de los periódicos sube la venta.
La relación del quiosquero con sus clientes es muy estrecha. De hecho, el vendedor reconoce que son para él como una «gran familia». «Todos mis clientes son muy especiales. A algunos los he visto en el carricoche y son ya hombres y mujeres», asegura. Aunque, desgraciadamente, el comerciante expresa que ha tenido que lamentar el fallecimiento de alguno de ellos.
En cuanto al perfil de su clientela, Emilio apunta que son personas de todas las edades, pero sobre todo mayores y de negocios del barrio. «Todavía existe la tradición de que los nietos le compren IDEAL a sus abuelos», informa. No obstante, el quiosquero señala que revistas y periódicos deportivos son las opciones preferidas para los jóvenes.
Días para el recuerdo
Hay portadas de periódicos que se quedan en la memoria. Emilio siempre recordará los días de la victoria de España en el Mundial de Fútbol de 2010 y el del ascenso del Granada Club de Fútbol a Primera división en 2011, dado que fueron días en los que se vendieron todos los ejemplares. «El pasado domingo fue también un día en el que se vendieron muchos tras la victoria de la Selección femenina de fútbol de España», subraya.
«El periódico de papel nunca va a desaparecer», manifiesta Emilio, quien agrega que, a pesar del auge de la prensa digital, la venta se mantiene. «Se comprará menos, tengo clientes que los fines de semana me compraban cinco o seis periódicos y ahora lo habitual es que compren uno o dos». El quiosquero confiesa que el futuro está en reinventarse y apostar por la venta de otros artículos, como juguetes o artículos de informática, además de otros servicios como la paquetería.
Fuente: ideal.es